Rescato un artículo de Jeremiah Owyang, y traducido por Estrategia digital, en el que se divide el futuro de la web social.
Las etapas establecidas son:
- Relaciones sociales: los usuarios se conectan entre sí y comparten contenidos.
- Funcionalidad social: los medios sociales incluyen servicios de utilidad para el usuario (de manera que éste comienza a invertir la mayor parte de su tiempo de permanencia en Internet en estas plataformas).
- Colonización social: todas las actividades online se centran en los diferentes medios sociales.
- Contexto social: los medios sociales microsegmentan su oferta de contenidos a cada usuario.
- Comercio social: los productos y servicios son definidos y suministrados en los medios sociales.
Incluso se plantea un calendario aproximado para estas etapas:
Y yo como empresa, ¿qué debo interpretar?
El propio autor recomienda que las empresas deben prepararse en las diferentes dimensiones de su negocio:
- Salta al vacío: El mismo calendario hace patente que el proceso va quemando etapas a toda rapidez. Ya no hablamos de largo plazo; y casi ni se plantea el medio plazo. Se trata de no dudar y prepararse para el corto plazo. Es la hora de apostar por la generación de comunidades.
- Se transparente: Queramos o no queramos, nuestros productos o servicios van a ser evaluados en Internet por los propios clientes. Una política de comunicación algo oscura puede llegar a ser muy contraproducente.
- Construye conexiones: La captación de nuevos clientes se llevará a cabo gracias a clientes actuales (prescripción en medios sociales). Por esto, deberemos poner foco en nuestros clientes y las estrategias de fidelización que podamos poner en marcha.
- Evoluciona las aplicaciones de gestión: La gran cantidad de información que se encontrará dispersa en Internet requerirá que los aplicativos de gestión de clientes conecten directamente con los medios sociales para completar la información que almacenan.
- Genera y mueve tus contenidos: Deberíamos hacer llegar nuestros contenidos de la propia web corporativa a allí donde se concentran los clientes; es decir, hacia los medios sociales.
En menos palabras, deberemos plantearnos a corto plazo si apostamos o no por la web social. En caso afirmativo, pensemos que se trata de un salto al vacío; de manera que deberemos vestirnos con la mayor cantidad de paracaídas posibles. Es decir, será necesario planificar antes de actuar y disponer de las herramientas de monitorización social necesarias (¿dónde y cómo se habla de mi empresa y mis productos?). Y en caso negativo, adoptaremos una actitud pasiva frente al cambio que puede hacernos cada vez menos visibles de cara a nuestros clientes.
Fuente: Las Cinco Eras de la Web Social
Fuente original: The Future of the Social Web: In Five Eras
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